domingo, 2 de julio de 2023

Jineteadas “no serían deseables”, según el Instituto Nacional de Bienestar Animal

 A raíz de un pedido de acceso a la información pública de la Coordinadora por la Abolición de las Jineteadas (CAJU) al Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), el organismo estableció que no es una actividad deseable desde el punto de vista del bienestar animal debido a la violencia intrínseca que las caracteriza.

La asesora jurídica del INBA, Alejandra Pacífico, señaló en el documento que en la reunión del pasado 24 de abril la institución adoptó su postura con respecto a las jineteadas. “El INBA considera que las jineteadas no serían deseables desde el punto de vista del bienestar animal –de acuerdo a la Ley 18.471– por la violencia intrínseca que la actividad implica, la cual puede ser minimizada pero no eliminada. Dada la forma en que hoy se hace, el INBA se ha propuesto trabajar en protocolos que apunten a la mejora del bienestar animal, todo dentro de los márgenes posibles”. La postura del INBA fue por unanimidad de “6 votos por la positiva”.

El informe agregó que “a partir del 1º de junio esperamos el protocolo de la Facultad de Veterinaria. Si no lo entregan, el INBA avanzará en el tema y luego se harán del tema como habilitadores”.

En forma paralela, la Secretaría Nacional del Deporte confirmó ante las consultas presentadas por las organizaciones “que las jineteadas no son deporte”. Sebatián Martínez, integrante de la Asociación Por el Trato Ético Hacia los Animales (Apthea), señaló que “es un pequeño gran paso que el INBA reconozca que es una actividad violenta. Este instituto no puede prohibirla, sino bajar los daños. Además en su directorio están representados los veterinarios y el Ministerio de Ganadería, y tuvo una votación positiva de sus 6 integrantes”.

El INBA

Martínez opinó que “el INBA fue creado en el año 2020 en la Ley de Urgente Consideración y tiene recursos económicos pero no humanos ni logísticos y es la razón por la que no sale a hacer controles. No hay un plan más allá de las castraciones y me refiero a un plan a largo plazo. Son pequeñas intervenciones como las castraciones masivas pero no hay un plan grande de trabajo”.

Recordó que “en los últimos días se quejaron los productores ganaderos y tienen razón en que el INBA no funciona. Tampoco ha realizado contratos directos entre el INBA y las oenegés en los departamentos. Y las denuncias a veces pasan meses sin que se intervenga por falta de personal, además de un protocolo para actuar por parte del Ministerio del Interior. Porque cuando vamos a las comisarías, no saben cómo actuar ni qué hacer”.

Explicó que “cuando una persona quiere denunciar maltrato animal, debe radicarla en el INBA y en la comisaría. Cuando se hace en la comisaría, allí deben actuar y tiene que existir un protocolo en el caso de constatar maltrato animal. Para eso, deben llevarlo a un veterinario y al contar con el parte médico, dirán cómo actuar en conjunto el INBA con el Ministerio del Interior. Me pasó a mí, que pasó un mes desde que presenté la denuncia hasta que actuaron”.



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